La cultura interna digital: un liderazgo necesario
Este post trata sobre la importancia de fomentar una cultura digital y las consecuencias que conlleva el compromiso de crearla.
Implantar una cultura digital es un reto necesario que no debería postergarse por varios motivos. Para mi, uno de los más importantes es aceptar el impacto y el valor que aportan las nuevas tecnologías y las redes sociales a todas las empresas.
La Cultura Digital
Desde hace bastante tiempo algunas pequeñas, medianas y grandes empresas han incorporado a su proyecto empresarial la actitud 2.0, la filosofía digital, a sus procesos de gestión. ¿Cómo lo han conseguido? Incorporando a sus procesos de negocio blogs corporativos, wikis, foros, comunidades on line, redes sociales, y otras herramientas.
¿Cuáles fueron sus objetivos? Modernizarse, fomentar los flujos informativos, generar participación, recibir aportaciones de sus colaboradores, facilitar la transferencia de conocimiento, y mejorar la productividad.
Empresa y cultura digital
La Dirección de una empresa comprometida desde su filosofía a implantar una cultura digital, además de estar convencida de cuidar su marca y reputación on line con un plan digital, adquiere unos compromisos.
A continuación cito 7 compromisos que adquiere una organización si decide implantar una cultura digital en su proyecto empresarial.
Los 7 compromisos de la empresa digital
Siguiendo el pensamiento de Hamel y Reig (2009), investigadores de la organización 2.0, las empresas que aprueban la cultura digital se comprometen en los siguientes aspectos:
Primer compromiso: aceptar que todas las ideas compiten en igualdad
Todos los colaboradores tienen a priori las mismas oportunidades en la red. Nadie tiene el poder de censurar ideas, puntos de vista, o eliminar debates. Se parte de un principio de igualdad, la contribución cuenta más que la posición.
Segundo compromiso: compartir autoridad y poder
En una cultura digital se comparte autoridad y se crean jerarquías naturales. Los colaboradores que dan aportaciones de calidad ganan autoridad moral y prestigio.
Los líderes son facilitadores; no ejercen el rol de directores, más bien son formadores, motivadores.
Tercer compromiso: intercambiar información y conocimiento
En la empresa virtual la información y el conocimiento circulan por los canales implantados y hay plena libertad para comentar al respecto. Los colaboradores aportan conocimiento en lo que les interesa. Nadie tiene el poder del mando o de la sanción del otro. El poder proviene del intercambio de información y no de acapararla, está en relación con la capacidad de compartir de forma rápida.
Importan los logros alcanzados y las recompensas son intrínsecas, gracias a éstas se abordan grandes proyectos.
Cuarto compromiso: potenciar el trabajo colaborativo
En la empresa 2.0 se potencia al máximo el trabajo colaborativo, aquí los grupos se autodefinen y se autoorganizan . Se coordinan y se canalizan los esfuerzos individuales y de los equipos, ejerciendo la libertad de establecer vínculos y compartir experiencias con algunas personas y no con todas.
Los colaboradores encuentran un entorno digital donde pueden desarrollar todo su potencial y mostrar todas sus capacidades.
Quinto compromiso: fomentar la creatividad y la innovación como responsabilidad
La creatividad ya no se limita a un único departamento, puede venir de cualquier colaborador. El departamento de I+D cuenta con la inteligencia de toda la organización para emprender innovaciones.
En una organización 2.0 los colaboradores comparten y dan su mejor contribución.La generación y aportación de ideas y conocimientos mejora el debate; en la organización virtual se desafía continuamente a la innovación.
Sexto compromiso: favorecer la comunicación interna con las herramientas 2.0
La cultura digital se apoya en la eficacia de los canales 2.0 que se gestionan desde el área de comunicación interna. De ahí la importancia de cuidar su diseño, de crear un manual de protocolo para su mejor uso, y de hacer un seguimiento de su impacto y eficacia.
Sonia Muriel en su artículo: la Comunicación interna tras la web 2.o, resalta como aportes los siguientes aspectos:
– Avanzar en calidad, inmediatez y credibilidad de mensajes.
– Estructurar el conocimiento de la organización para hacerlo accesible a toda la plantilla.
– Crear un lugar para el intercambio de experiencias y buenas prácticas.
– Fomentar la participación y colaboración de todos los trabajadores.
– Generar una red de contactos entre los compañeros que impulse la participación.
– Avanzar desde una estructura rígida y muy jerárquica a una estructura más flexible.
– Imprimir un carácter más democrático en las decisiones y actuaciones de la compañía.
– Elevar la competitividad y productividad.
– Fortalecer el employer branding.
Séptimo compromiso: la implicación de la alta dirección
En una organización que apuesta por las nuevas tecnologías, la alta dirección es la primera en dar ejemplo en su uso. Aquí los líderes se forman constantemente, se implican y se comprometen con la tecnología 2.0.
Pedreño(2009) afirma que una empresa 2.0 lo es gracias al aporte de la Dirección, esta se implica en los proyectos tecnológicos apoyando la elección de las mejores herramientas para que el trabajador se implique y participe en la marcha del negocio.
Nuestra reflexión:
La comunicación interna es la savia de la organización que facilita el cambio involucrando a todos los colaboradores. Si queremos conseguir una comunicación interna óptima necesitamos de la gestión de la escucha activa y de un feedback constante y, en este aspecto, la cultura digital tiene mucho que aportar.
Si esta es una verdad, no queda alternativa: hay que sumarse cuanto antes a la transformación empresarial implantando una cultura digital.
Y tú, ¿qué opinas? ¿Con qué otro aporte crees que beneficia la cultura digital a la empresa?
Fuentes consultadas
Presentación Scribd la Transformación de la Organización 2.0
Artículo Sonia Rodriguez Muriel
Empresa y web 2.0: ¿Cómo aprovechar esta oportunidad